Un video que termina con la frase “mi vida apesta” demuestra algo que parece sabido. Las redes sociales, como Facebook, NO reflejan la vida real. Como cualquier medio de comunicación, hay que tomarlo como lo que es, un canal a través del cual emisores y receptores interactúan a través del intercambio multimedia.
Así, como el personaje del video, estados del tipo “Siguiendo mis sueños”, “Que feliz que soy” o parecidos, de tono narcisista, pueden no ser más que apariencias. Las selfies [autofotos], los “me gusta” y otras formas de comunicación dentro de estas redes no hacen más que fomentar la idea de una vida perfecta, que casualmente siempre la tiene el otro.
Detrás de cada perfil social, se esconde un perfil humano, más real. Detrás de cada “amigo” en Facebook, hay una historia de vida con problemas, alegrías, tristezas y oportunidades.
Como comunicadores, considerar esto es ver a cada usuario de Facebook, Twitter, Google+ como lo que es. Un sujeto social, pero sobre todo digital,que nada tiene que ver con el sujeto real, la persona en sí que postea a través de una computadora, smartphone o tablet.
#PeriodismoDeReflexión
Comentarios