Los ojos son una ventana abierta al corazón
Para bien o para mal, reflejan lo bello, bueno, estúpido o perverso..., de cada cuál.
Partiendo de que el alma se expresa y refleja de muchas y muy variadas maneras (el Alma es en cierto modo todas las cosas, que diría Aristóteles), en la expresión de los ojos —el mirar—, a menudo advertimos el fondo o trasfondo afectivo de la persona, su clima anímico, su disposición y actitud fundamental, su Ordo Amoris (valores afectivos) según la expresión clásica, también citada por Pulver. En las personas, y desde luego también en muchos animales con los que es posible establecer una intensa y genuina comunicación afectiva.
Algunos ojos anuncian e informan un trasfondo habitado por el resentimiento y el odio, la rabia y el desprecio, también de miedo, desconfianza, compasión, amor, agresividad, codicia, lascivia, envidia, prepotencia, falsedad, crueldad, perversión..., misterio, belleza, bondad, dulzura, encanto, nobleza... calidez...
A través del mirar, el alma establece sus vínculos afectivos, los expresa, los sostiene...
Yo diría además, que en los invidentes, el alma toma otros caminos para vincularse y expresar los rasgos distintivos de su naturaleza, miran a través del tacto, los sonidos..., la intuición...
También la enfermedad, el trastorno mental, las psicopatías o perversiones, el veneno anímico..., tienen inconfundibles destellos y matices involuntarios en la mirada de las personas, aunque la voluntad se esfuerce en opacarlos o disimularlos...
Podemos controlar ciertas cosas "menores", pero nadie es capaz de controlar eficazmente y disimular por mucho tiempo su propia verdad interior.
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