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Cocinar en las hornallas: clave para evitar el horno

• Publicado por Andrea Casabella 27 de junio de 2019 - Temas Libres para todos los miembros de la Comunidad InterUniversidades.com: tu opinión, tu impresión, tu historia... Otros - 1.034 visitas

  

   

  Además de estar tapados con colchas, ver películas, series y hacer planes dentro del hogar,  la temporada otoño-invierno nos invita a comer más calorías, traducidas en comidas deliciosas que requieren más tiempo de elaboración y cocción. Frente a esto, el uso de la cocina aumenta notablemente y el consumo de energía, también. 

  Una de las opciones para enfrentar los dolores del bolsillo y poder saciar nuestra alimentación calórica de estas épocas, es probar con elementos de cocción más económicos como los anafes o las hornallas de la cocina que perfectamente pueden reemplazar el horno con muy pocos tips para su uso:

  La llama justa: Si bien parece algo que podemos controlar a la vista, no todos sabemos que la clave para no gastar de más es que la llama de la hornalla no sobrepase la base de la olla o recipiente donde cocinaremos.

  Olla tapada: No sólo estos es importante, sino también utilizar ollas pequeñas cuya tapa sea hermética y permita aprovechar el calor.  

  Chequear la receta: Muchas recetas nos detallan el calor necesario y justo para lo que estemos por cocinar, algo que es muy importante. El agua, por ejemplo, hierve a 100 °C Una vez que alcanzó este punto, no hace falta continuar con el fuego alto. 

  Limpieza: La manipulación de alimentos y los restos de combustión que se genera sobre las hornallas se acumula y se convierte en mugre. Por este motivo, es importante realizar una limpieza semanal de los anafes para evitar llamas no uniformes y que deriven en pérdidas. Puede ocurrir que para una limpieza profunda requieras de un profesional gasista, quien también podrá hacer una revisión si se registran fallas o pérdidas más profundas.  

  Ya vemos que es posible completar las calorías invernales en nuestro cuerpo sin gastar de más y teniendo un consumo consciente de nuestros recursos. Sólo se trata de recordar unos pocos consejos y adaptar nuestras recetas a ellos. ¡A cocinar!