La comprensión de emociones corre los límites de la inteligencia artificial
Los avances de la supercomputadora Watson ayudan a que los dispositivos nos entiendan. Los nuevos desarrollos de IBM prometen revolucionar nuestra relación con la tecnología
La inexorable migración de información a la nube junto con la importancia de poder decodificar ingentes cantidades de datos fueron los ejes de InterConnect 2016. La feria de IBM reunió en Las Vegas, Estados Unidos, a más de 20 mil personas interesadas en asomarse a los cambios que nos depara el futuro inmediato en materia de tecnología.
Dentro del paquete de anuncios y la oferta de soluciones que comunicó la compañía, las novedades de Watson acapararon la atención. ¿Watson? No es alguien sino algo, que podría resumirse como el sistema computarizado más inteligente que se conozca hasta el momento.
Watson es una máquina capaz de procesar datos en lenguaje natural y de entender, interpretar y poner en contexto la información. De alguna manera se trata de la punta de lanza de la era cognitiva en la tecnología dado que también aprende.
Esta supercomputadora –que probó sus capacidades cuando ganó el juego de preguntas y respuesta de culto de los EE.UU Jeopardy!- evoluciona sus conocimientos de modo cotidiano. Se nutre de los datos que dispone el conglomerado de plataformas que tiene IBM, también de los de sus socios y clientes, y luego de los de dominio público (Wikipedia, por caso).
Ante un auditorio colmado en Las Vegas, David Kenny anunció las últimas mejoras del producto que dirige. En pocas palabras, Watson optimizó su comprensión: desarrolló un examen más preciso de nuestras expresiones, tanto en el nivel escrito –en base al tono que usamos, entre otros factores- como en el reconocimiento visual. Y potenció, así, su análisis emocional.
Se estima que Watson es capaz de discernir entre 56 emociones. Logra, por ejemplo, distinguir un comentario positivo de uno negativo, o asimilar el impacto que causa en alguien enterarse que recibió un descuento. Alegría, tristeza y miedo son algunas de las reacciones que ya tiene en su catálogo.
Esta capacidad cognitiva representa una revolución que alterará la tecnología en aspectos todavía difíciles de cuantificar. Sin dudas impactará en el mundo comercial en tanto las máquinas podrán entender qué provoca en sus clientes un producto, pero también en ámbitos como la ciencia, la salud y la educación, en los que ya se está empleando para explorar nuevos horizontes.
La empresa estimó que para 2020 habrá al menos 29 millones de dispositivos conectados a internet –lo que se conoce como Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés)-. y la inteligencia emocional que puedan adquirir para entonces está aún en el espectro de lo inimaginable. Así lo indicó Harriet Green, general manager de Watson IoT en Comercio y Educación, al apuntar que "Watson es la primera y única plataforma completamente cognitiva".
"Con la ayuda de Watson, las organizaciones están aprovechando la computación cognitiva para transformar las industrias y resolver retos importantes", sostuvo la empresa durante el evento.
Estos desarrollos prometen tener resultados a corto plazo en América Latina. Es que recientemente IBM se asoció con GBM, compañía de integración de TI, para acelerar el uso de las capacidades de computación cognitiva en la región. El proyecto, cuya inversión todavía no se precisó, contempla la apertura de oficinas en varios países, entre ellos Argentina.
"No hay inteligencia sin datos", apuntó Kenny en Las Vegas. Y animó a sus clientes a innovar con Watson.
4 de abril de 2022- -
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