Si pensamos en la universidad más importante muchos pensaríamos en Harvard, sólo discutido por Cambridge. Por este motivo, muchos son los estudiantes que quieren estudiar allí, tanto estadounidenses como de otros países. Todos aquellos que queráis entrar debéis saber que se siguen una serie de rigurosos requisitos para entrar en la universidad más antigua de los Estados Unidos.
Captura de www.harvard.edu
En primer lugar hay que tener claro que no entra cualquiera. Sólo los alumnos excelentes pueden acceder a Harvard. En tu “Currículum” debe aparecer una nota lo más parecida al 10 posible. Además, es bueno que tengas alguna actividad extraescolar, como pueda ser algún deporte, la música o el arte. La que sea, lo importante es que parezca aquella afición que te guste y te pueda servir.
Para conseguir la admisión el futuro alumno deberá entregar una solicitud de ingreso. Por obvio que parezca preséntala a ordenador. Así te evitarás los manchones y borrones de una equivocación al escribirla a mano. Una vez terminada, repásala. Pasa el corrector de textos del procesador de textos. Y después vuélvela a leer. No debe aparecer ningún error ortográfico.
Además de presentar esta solicitud, todo aquel que quiera entrar en Harvard debe presentar un ensayo. Piensa bien el tema, no consta de escribir un texto que lo quiera leer varias veces porque no lo va a hacer. El director de admisiones no tiene tiempo para ello. Miles de solicitudes le esperan tras la tuya. Intenta realizar un ensayo corto y sincero. Una vez más, vigila las faltas de ortografía, que no se pase ninguna. Una buena idea es que alguien pudiera leerlo para que te diera su sincera opinión, mejor que te diga que es mejorable y lo rehagas a que sea malo y lo presentes.
Ya sea para entrar en Harvard o en cualquier otra universidad estadounidense, necesitas tener buena nota en una serie de exámenes que demuestren tu nivel de inglés y el de conocimientos adquiridos en la enseñanza secundaria. Esta prueba es la llamada SAT (Scholastic Aptitude Test). Se compone de dos tipos de exámenes, el SAT I y el SAT II. El primero mide la capacidad verbal general y cuantitativa y el segundo evalúa la sabiduría de la persona en temas específicos. Si obtienes una nota baja vuélvete a presentar.
La entrevista es una de las partes más importantes, prepárate bien. Piensa algunas preguntas que creas que te pueden hacer y ensaya las respuestas que vayas a dar. No consta de que te las aprendas de memoria, en la entrevista se notaría, sino de que te salga la respuesta de una forma fácil y fluida. Una vez allí no te limites a responder a las cuestiones, intenta mantener una conversación en un tono educado y sabiendo donde estás. Intenta disimular el nerviosismo, no daría buena imagen de ti. Y por último, agradece al entrevistador el tiempo que te han concedido.
Finalmente deberás entregar 2 o 3 recomendaciones. Si no puede ser de alguien que tenga que ver con la universidad, intenta que sea de algún importante profesional de la carrera que hayas elegido. Si sigues sin conocer a nadie con ese perfil, no te preocupes, sin tus aptitudes son válidas, con la recomendación de algunos profesores que puedan demostrar tu valía será suficiente.
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