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La construcción de un país más equitativo, inclusivo y justo, sólo puede comenzar con el acceso a una educación de calidad para todas las personas que tienen el talento, la motivación y el deseo de colaborar con el desarrollo de la Argentina.
La Universidad de San Andrés es un proyecto educativo que busca formar una nueva generación de profesionales que se comprometan a liderar procesos de cambio en los distintos ámbitos que se desempeñen: actividad privada, gestión del Estado, organizaciones no gubernamentales y actividades académicas como la docencia e investigación.
Para cumplir con estos desafíos, educamos para desarrollar y fortalecer las capacidades de nuestros estudiantes brindando los recursos intelectuales necesarios para realizar abordajes interdisciplinarios a los problemas que pudieran enfrentar en su vida personal y profesional y, además, robustecer sus capacidades analíticas, discursivas y su sensibilidad moral, ética y estética.
Nuestros profesores, que constituyen el corazón de nuestra institución y uno de nuestros mayores orgullos, son prestigiosos académicos y profesionales con una reconocida trayectoria académica y tienen un gran compromiso con la enseñanza y la investigación.
Nuestros benefactores, donantes y graduados han mostrado un gran compromiso con nuestros valores y aspiraciones contribuyendo, desde lo profesional y lo económico, para que la Universidad pueda dedicar cada año más recursos a reclutar estudiantes con gran potencial personal. Ellos son, en última instancia, quienes han hecho posible que San Andrés sea lo que hoy es y quienes nos estimulan para que podamos seguir ayudando a nuestros estudiantes y al país.
El gobierno de San Andrés es único en la Argentina en razón de que en él no existe ningún individuo o grupo que tenga o pueda tener por sí poder de decisión o veto. El Consejo de Administración, máximo órgano de gobierno de la institución, es elegido por tercios por, respectivamente, donantes y benefactores de la institución, prestigiosos académicos externos y la Asociación Civil Educativa Escocesa San Andrés.
Los graduados de San Andrés -que ya se han destacado tanto en las profesiones, en la academia, en los negocios y en la política- son una parte crucial de nuestra comunidad. Ellos nos nutren con su fidelidad institucional, su apoyo económico y sus ideas y, seguramente, se convertirán en quienes han de dirigir los destinos de la universidad en el futuro.
La acción conjunta de cuerpos de gobierno, donantes, claustro, personal de apoyo, graduados y estudiantes apunta a la formación de una genuina comunidad universitaria a la que los invitamos a sumarse.
Carreras de Grado
Abogacía
Administración de Empresas
Ciencia Política
Ciencias de la Educación
Comunicación
Contador Público
Economía
Humanidades
Relaciones Internacionales
Posgrados
Doctorados en Educación
Doctorado en Economía
Doctorato en Historia
Maestría en Administración y Políticas Públicas
Maestría y Especialización en Derecho Empresario
Maestría en Economía
Maestría y Especialización en Educación
Maestría en Estudios Organizacionales
Maestría en Investigación Histórica
Maestría en Periodismo
Maestría en Relaciones e Negociaciones Internacionales
Maestría y Especialización en Finanzas
Maestría y Especialización en Gestión de Servicios Tecnológicos y de Telecomunicaciones
Maestría en Marketing y Comunicación y Especialización en Marketing
Especialización en Gestión Estratégica de los Recursos Humanos
Especialización en Organizaciones sin Fines de Lucro
Programa: Factores Humanos y Organizacionales en la Gestión de Riesgos
Programa en Cultura Brasileña
Executive Education
Programas Abiertos
Gestión Global de Negocios
Finanzas, Contabilidad y Control de Gestión
Marketing, Comunicación y Ventas
Gestión y Desarrollo de Personas
Real Estate
Agronegocios e Industria Alimentaria
Innovación y Entrepreneurship
Innovación Social
Programas In-Company
HISTORIA:
Históricamente, la Iglesia Presbiteriana, que surgió en 1560 a partir de la Reforma Protestante en Escocia, sostuvo que toda aldea debía contar con una iglesia y un colegio. La convicción era que ambos, iglesia y colegio, permitirían a la comunidad tener acceso a la lectura de la Biblia, mejorar su situación social y fundar el país en el que se encontraban sobre la base de valores que surgían de los principios bíblicos. Con esta convicción se fundaron las primeras universidades (Glasgow y St. Andrew) las que para mediados del siglo XVIII fueron el instrumento de la renovación y crecimiento del país y la cuna de pensadores de la talla de Adam Smith, James Boswell, David Hume y Sir Walter Scott, entre muchos otros.
Los primeros colonos escoceses llegaron a la Argentina en 1825 y ya en 1838 y, siguiendo la tradición de origen, fundaron la Escuela Escocesa San Andrés. El Documento Fundacional de la Escuela señalaba que “la educación transmitida (…) estará basada en las Sagradas Escrituras y las normas de la Iglesia de Escocia”.
En 1985 la Comisión Directiva de la Asociación Civil Educativa Escocesa San Andrés (ACEESA), de quien dependía la Escuela Escocesa San Andrés, resolvió efectuar un estudio sobre la situación universitaria en la Argentina, con la convicción de que no existía una entera satisfacción con la educación superior disponible en el país. Se delegó la tarea de efectuar un relevamiento y elaborar un informe que permitiera definir la pertinencia, relevancia y conocer las posibilidades concretas de que ACEESA asumiera la responsabilidad de la creación de una universidad.
Analizando detenidamente el informe presentado, y luego de un importante proceso de reflexión relacionado con la misión de ACEESA y sus aportes educativos al desarrollo del país, se decidió crear una nueva universidad. (1) Esta decisión fue, para algunos de los protagonistas, un ejemplo de audacia y, quizás, desconocimiento de la magnitud y complejidad del desafío. En línea con la frase atribuida a Bernard Shaw: “Porque eran inocentes no sabían que era imposible… entonces, lo hicieron”.
Si bien no se tomó un modelo pedagógico en particular, el modelo de la Universidad de San Andrés (UdeSA) se inspiró en ideas y esquemas de funcionamiento de representativas universidades de EE.UU., Canadá, Australia y Gran Bretaña. Incluso se invitó a consultores de estos países y se diseñó un programa que resultó ser diferente a los existentes hasta el momento en el plano local.
El enfoque pedagógico propuesto se asemejaba al de las “Artes liberales”, o Liberal Arts en terminología anglosajona. En la actualidad, este concepto educativo describe un tipo de currículum que propone el desarrollo de aptitudes para indagar y razonar críticamente, que promueve la comprensión y el análisis por sobre la difusión de información, impulsa la expresión discursiva y la elocuencia, así como el desarrollo de las capacidades intelectuales esenciales en contraposición con un currículum profesional, y de formación técnica.
Desde un principio, la Universidad se empeñó en concebir los estudios de grado como una educación académica y no meramente como una capacitación profesional. Se pretendía que fuera un lugar donde los estudiantes y la mayor cantidad posible de los profesores tuvieran dedicación exclusiva y contaran con la biblioteca como eje central de los estudios. Una institución donde los estudiantes se desarrollaran intelectual, cultural y espiritualmente, y no donde simplemente cursaran una carrera con salida laboral.(2) Para llevar adelante este modelo de universidad era imprescindible un campus, que con el tiempo se consiguió poner en marcha en San Fernando.
Continuando con las propuestas innovadoras de ACEESA, en 1996 se creó la Escuela de Educación, considerando que esta sería otra importante contribución para mejorar la educación en la Argentina. En un principio esta escuela era exclusivamente de posgrado, para funcionarios del sistema educativo con niveles altos de responsabilidad como directores de colegios e integrantes de los distintos ministerios de educación. Luego se contempló un sistema de actualización para el ejercicio de la tarea docente, en tanto pudiera incorporarse al trabajo cotidiano y como un sistema de formación permanente.
Los estatutos de la Fundación Universidad de San Andrés (FUdeSA) ratificaron el compromiso de la Escuela Escocesa San Andrés y declararon, en el Artículo 3, que la educación y demás actividades de la universidad se ofrecerán “en el marco de los valores éticos y morales de su herencia presbiteriana y las Sagradas Escrituras”.
De este modo, la Universidad, como muchas otras instituciones fundadas originariamente por escoceses, adhiere a los valores presbiterianos pero, esto es muy importante resaltar, no ofrece una educación confesional. Muy por el contrario, promueve una educación que respeta genuinamente la forma de pensar de otros y, en especial, se preocupa por la inclusión de la diversidad y el respeto y cuidado de las minorías. La institución, siendo fiel tanto a sus orígenes de libre pensamiento como a la valoración de las diferencias, no practica ninguna forma de proselitismo. Promueve la reflexión sobre las bases esenciales de los códigos morales que regirán la vida de sus egresados. La Universidad aspira a que sus miembros sean personas que compartan los principios y fundamentos de la comunidad de San Andrés y pretende conservar el derecho a no mantener en su seno a quien ofenda obstinadamente las leyes y las creencias que la rigen.(3)
Hoy ya se ha difundido en la Argentina la modalidad de funcionamiento del claustro de San Andrés junto al reconocimiento creciente de la sociedad hacia UdeSA como una institución ejemplar, poseedora de un modelo educacional único en el país.
En síntesis, los colonos escoceses que llegaron a estas tierras llevaron con ellos sus esperanzas, deseos de progreso y su fe. Y hoy, la iglesia San Andrés (1829), la Escuela San Andrés (1838) y la Universidad de San Andrés (1988), son producto del espíritu de misión desarrollados por esos hombres y mujeres en Argentina y por todos aquellos que –sin ser escoceses ni presbiterianos–se comprometieron y siguen comprometidos con su visión educativa y con los valores que la sustentan.
(1) Registrado en acta del 25 de marzo de 1985.
(2) Fue creada el 1° de septiembre de 1988 por la Asociación Civil Educativa Escocesa San Andrés, fue autorizada para funcionar provisionalmente como universidad privada por el entonces Ministerio de Educación y Justicia, a través de la Resolución N° 1543 del 23 de agosto de 1990, dictada en el marco del decreto 8472/69.
(3) Adaptado de Carta sobre la tolerancia, John Locke.